Es una
forma de crecer y desarrollar la marca. Consiste en extender el nombre ya
existente y exitoso de una marca para lanzar productos en categorías nuevas.
La ventaja radica en que la marca que ya es conocida y exitosa entrega a los nuevos productos un reconocimiento y una aceptación instantánea gracias a la reputación de la marca extendida, por lo que se traduce en ahorro de recursos que se derivan de posicionar un nuevo producto, pero con una marca nueva.
Uno de los
componentes clave para incursionar en este proceso es la identidad de marca, vehículo
esencial para comunicar lo que la marca es, sus productos, sus servicios y lo
que ella representa, ya que, toda estrategia innovadora que busca expandirse
incursionando en nuevas categorías o en nuevos productos debe atender la
necesidad de cuidar y proteger a la marca central que será extendida.
Para
funcionar adecuadamente, la estrategia depende del prestigio y de los rasgos
consolidados de la marca por extender, por ejemplo, la marca “Porsche” ha
posicionado rasgos de alto diseño, vanguardia, y buen desempeño, así como una
personalidad deportiva y los extiende hacia una nueva línea de productos como bolígrafos,
relojes y gafas que quedan impregnados con la promesa de diseño, vanguardia,
desempeño y personalidad deportiva para superar las expectativas y las
necesidades de los clientes cuyo precio están dispuestos a pagar. La extensión
de marca funciona porque han logrado establecer un lazo emocional con la marca
“Porsche” a tal grado, que cada vez que una persona compra un producto de la
marca, se sienten pertenecidos a una comunidad generando sentimientos de filia.
La
extensión de marca funciona mejor cuando se inicia entrando a nuevas categorías
de productos que guardan alguna relación con los productos de la marca que se
planea extender, de lo contrario se corre el riesgo de perder credibilidad
justo como lo hizo la marca “Special K” que surge con productos tipo cereal y
extendió su nombre de marca hacia galletas y hacia barras nutrimentales. Será
importante considerar que hay ocasiones donde el nombre de marca exitoso en una
categoría de productos no resulta adecuado para extenderlo en nuevas
categorías, por ejemplo, el consumidor puede aceptar que Danone, que se ha
posicionado en el terreno del yogurt, ahora extienda su nombre de marca hacia
el terreno de las “Leches” pero le resultaría muy complicado aceptar que “Danone”
se extendiera hacia nuevas categorías como equipos de cómputo, aunque hay casos
excepcionales como la marca “Yamaha” que lo mismo ha desarrollado instrumentos
musicales que motocicletas.
El riesgo en
la estrategia de extender la marca, radica en que si el nuevo producto fracasa,
la percepción negativa podría impregnar a los productos que existían
previamente con el mismo nombre de marca que fue extendida.
Jorge Torres
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