jueves, 3 de junio de 2021

EL MARCADOR SOMÁTICO DE UNA MARCA Y EL OSITO BIMBO

 

La decisión de compra es un constructo que se compone de diferentes variables, esto es, cada vez que decidimos la compra de un producto y elegimos una marca entran en juego las preferencias, los sentimientos, las experiencias previas, los recuerdos, los intereses, las intenciones.

Elegir una marca sigue un proceso completo y complicado que generalmente se basa en una serie de atajos creado por el cerebro para ayudar en la toma de decisiones, de lo contrario, elegir sería un proceso muy largo, además de complejo.

Cuando se toman decisiones de elección y compra, el cerebro recurre al repaso de una gran cantidad de recuerdos, hechos, suposiciones y emociones, comprimiendo toda esa información en una respuesta, en un atajo especial que nos permite elegir entre todas las diferentes opciones, este proceso suele ser inconsciente y a este tipo de atajos mentales se les conoce como marcadores somáticos.

Esta teoría describe la manera en que pueden impactar las emociones en la percepción, en la evaluación, en el comportamiento y en la toma de decisiones. Plantea que toda experiencia termina por evocar sentimientos que no son otra cosa que reacciones a través del sistema nervioso y tales sentimientos se almacenan en la memoria vinculados a experiencias específicas, por lo que, cuando una persona se enfrenta a experiencias similares, el cerebro activa esos marcadores somáticos para recrear y anticipar lo que se siente frente a una situación determinada, mostrando que se pueden tomar decisiones mediante un mecanismo emocional sin pasar por el proceso racional entero.

Por dar un ejemplo burdo, la primera vez que te atreves a cocinar, es probable que ignores que el fuego de la hornilla transmitirá calor por conducción a las orejas de la olla y, por tanto, cuando decidas tomar una oreja para mover la olla, al contacto tendrás una quemadura en la mano que se traduce en ardor, en dolor, en la generación de un ámpula que será dolorosa por varios días. Esta experiencia con sentimientos dolorosos se almacena a manera de aprendizaje en la memoria, y la próxima vez que estés frente al mismo escenario, no necesitarás activar todo el recorrido de la experiencia de la primera vez, la simple imagen de una olla en la estufa funcionará como atajo mental, es decir, como un resumen de todo lo que podría sucederte y hará que tomes precauciones, de esta manera, la olla en la estufa se ha vuelto un marcador somático. 

Estos marcadores somáticos pueden modificarse con el tiempo, es decir que, una experiencia previa vinculada a sentimientos negativos puede en el futuro, asociarse a sentimientos positivos debida a que memoria y aprendizaje están vinculados.

Los marcadores somáticos, en tanto, vinculados a experiencias previas pueden estar relacionados con cualquiera de los cinco sentidos o con una combinación de ellos, así un marcador o un atajo mental puede ser un color, una imagen, un sonido, un aroma, una textura o sus posibles combinaciones.

Antonio Damasio médico neurólogo y autor de esta hipótesis explica que, el cuerpo envía señales que son traducidos en cambios físicos que permiten anticipar la toma de decisiones disminuyendo la carga de trabajo que representa el acto de elegir. El principio original en este autor explica que un marcador somático queda manifiesto cuando uno siente dolor estomacal o aumento del ritmo cardiaco o cuando experimentamos sudoraciones sin haber hecho ningún esfuerzo físico que detonará tales reacciones físicas, es decir, tu cuerpo puede tener una reacción física detonada por una situación de peligro, sin importar si el peligro es real o imaginario. El cuerpo se anticipa a lo que prevé como una situación de peligro y te manda señales físicas para que reacciones y tomes decisiones adecuadas. Todo gracias a experiencias peligrosas previas de las cuales el cerebro ha aprendido.

Entonces, la experiencia es el vehículo mediante el cual uno va adquiriendo marcadores somáticos y estas experiencias se modulan por dos aspectos:

a.       Internos: regulan las preferencias personales con su respuesta psicosomática, son intuitivas, de carácter innato y asisten en la supervivencia para perpetuar la especie. Alcanzando equilibrio homeostático que implica resolver la sed, el hambre, dormir, evitar el peligro, pero también buscar condiciones placenteras

b.       Externo: basado en relaciones interpersonales, convencionalismos, normas éticas o morales y que son definidas por la familia, la escuela, la sociedad, por tanto, cuando una persona elige, lo hace considerando diferentes caminos posibles para una acción, las decisiones se toman de acuerdo con las metas, los propósitos, los objetivos y los credos

Los resultados obtenidos tanto de factores internos como externos en el corto, mediano y largo plazo, determinarán una futura respuesta somática asociada con un placer o con un dolor. Por estar vinculados a experiencias previas, los marcadores somáticos se pueden crear durante toda la vida de una persona, pero se crearán especialmente durante la niñez y la juventud porque es la etapa donde la persona se encuentra en periodo de formación académica, cultural, moral, ética, etc.

Basado en un principio conductual de estímulo-respuesta, parece que las personas toman decisiones como respuesta al placer o al dolor y acto seguido el cerebro aprenderá de las consecuencias obtenidas para saber cómo reaccionar frente a situaciones similares en el futuro, por tanto, un marcador somático puede detonar una acción placentera pero también sirve para inhibir y protector de la persona frente a situaciones de dolor, real o imaginario.

Esta hipótesis teórica es adoptada por el terreno de la mercadotecnia y las marcas buscan generar imágenes, sonidos, colores o personajes que funcionen en el mercado como un marcador somático, como un atajo mental que resuma los valores de la marca o del producto para facilitar el proceso de selección al momento de elegir una marca. Lo que hacen es vincular al elemento que funcionará como marcador somático a una serie de experiencias positivas para que el mercado aprenda a vincular tales valores con un elemento detonador, que como he dicho, puede ser un color una imagen, un sonido o un personaje.

Tomemos como ejemplo el caso de la empresa BIMBO, cuyo personaje “El osito BIMBO” funciona como marcador somático. A lo largo de más de 75 años, la gente, a nivel internacional ha aprendido que BIMBO es una marca de alimentos con base harina, acercando una gran variedad de productos como pan de caja, pan molido, pan dulce, pan tostado, bollería y snacks. Las personas hemos aprendido a relacionar cerca de 5000 productos a través de más de 100 marcas en 18 Países. Hemos experimentado que la marca tiene un enorme poder de distribución que hace que sus productos siempre estén al alcance del consumidor en forma ágil y fácil. Incluso nos ha mostrado que ha sido premiada hasta en 4 ocasiones consecutivas por el The Ethisphere Institute como una de las empresas más éticas del mundo. Y no solo eso, por su trayectoria de más de 75 años ha dado lugar a que en más de una ocasión los productos BIMBO hayan estado en nuestra mesa, en nuestro lunch, en nuestro auto, en nuestras reuniones, fiestas y hasta en nuestros viajes, a todos nos resulta familiar una bolsa de pan BIMBO llena de sándwiches para el viaje.

Su fuerza es tal, que la próxima vez que visites una tienda de autoservicio observa que BIMBO podría ser la única marca que logra abarcar la estantería de un pasillo completo con sus productos.

Toda esta situación hace que la marca BIMBO sea asociada con un importante número de ideas y conceptos a manera de imaginario colectivo que equivalen a posicionamiento e imagen de marca.

Incluso el personaje del famoso “Osito BIMBO” ha logrado asociar ideas y conceptos de valor en la marca, pues el simple hecho de recurrir a la ilustración de un oso de caricatura ha instalado en el imaginario colectivo ideas de higiene, ternura, alegría, ternura, suavidad y hasta vanguardia.

Con esto es posible mostrar que para la marca BIMBO, el personaje del “Osito” funciona como un marcador somático, como un atajo mental cargado de emociones que pueden inclinar la preferencia del consumidor. BIMBO es asociado con factores internos vinculados al hambre y al antojo, puesto que está en la industria de la panadería con pan de caja, pan dulce, pan tostado, bollería, snakcs y pan molido. Y con factores externos, es una marca relacionada con ocasiones de consumo como el desayuno, la comida, la cena, el lunch, eventos sociales y viajes. Pero también detona ideas de higiene, suavidad, felicidad y vanguardia. Obviamente todos estos conceptos no te aparecen uno a uno de forma consciente y racional, pero no es necesario, porque cada vez que miras al “Osito BIMBO” tu mente estará relacionando al personaje con la marca y con todos los conceptos mencionados a manera de atajo.

Pero la marca no logró consolidar el uso de su personaje como marcador somático de la noche a la mañana, le tomó más de 75 años y varios rediseños de la figura para lograrlo.


Por lo expuesto hasta ahora, es claro, entendible y hasta justificable que la marca BIMBO haya defendido su marcador somático representado en el “Osito BIMBO” frente a la actualización de la Norma oficial Mexicana (NOM 51) que específica que en el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas con sellos que adviertan presencia de azúcar o grasas saturadas no podrán incluir personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades y deportistas. En otras palabras, las empresas que como BIMBO han consolidado personajes a manera de marcador somático por varios años deben prescindir de ellos.

Este problema no afecta, por ejemplo al conejito “Energizer” o a la botarga del “Doctor Simil” otros casos exitosos de personajes que funcionan a manera de marcador somático.


Pero gracias a que en México las leyes y normativas se escriben con huecos que permiten encontrar una salida a diferentes limitantes y prohibiciones, BIMBO logró colocar su marcador somático del “Osito” en otras modalidades y recursos generados a partir de alianzas estratégicas con otros productos de base harina como los hotcakes de la marca “Hotkis” donde puede aparecer sin violar las indicaciones de la NOM 51.

Pero también es digno de reconocer la salida estratégica de aparecer en el paquete de servilletas de la marca “Pétalo” y es que la servilleta de papel es un producto directamente vinculado como la mejor manera de envolver un sándwich hecho con pan de caja “BIMBO”

Cabe poner sobre la mesa que la intención de la nueva normativa “NOM 51” tiene la intención de reducir el consumo de alimentos que pueden generar obesidad, un problema de salud fuerte en México, sin embargo, no sobra preguntarnos ¿realmente la disminución de consumo de estos productos depende de la desaparición d ellos personajes? En mi particular opinión considero que no. La persona que ha decidido ya consumir este tipo de productos lo hará con personajes, sin personajes y a pesar de ellos.

Por otro lado, la nueva normativa pone en grado de desventaja competitiva con otros productos de la industria panadera que representan competencia directa con BIMBO como son “Wonder” “Oroweat” que no habían logrado consolidar un marcador somático del tamaño del Osito BIMBO. Misma situación enfrentarán marcas de cereales como “Kellogg´s” o “NESTLÉ” y dentro también de la industria de panadería entrará la marca “Marinela”.

Jorge Torres


jueves, 11 de febrero de 2021

EL SLOGAN DE LA MARCA

El slogan es una frase identificativa que sintetiza la esencia de la marca y el valor que la misma ofrece al consumidor. Debe ser breve, creativa y única

Por esencia de marca se debe entender: aquello con lo que nace una marca y perdura a lo largo del tiempo, la información genética que no cambia y le da coherencia y consistencia a través del tiempo. Le da a la marca un carácter único, auténtico e irrepetible. Da cuenta de una experiencia agradable, positiva y consistente para lograr preferencia.

La Real Academia española define al slogan como una fórmula breve y original, utilizada para publicidad, propaganda política etc.

Esta idea de generar una fórmula breve y original encuentra sus raíces en la Retórica clásica que aboga por concluir un discurso con una expresión o una frase que sea breve y condense brillantemente para hacer perdurable el discurso expuesto con anterioridad.

El origen del término slogan

Pero el origen de la palabra slogan, entrega evidencias muy interesantes de la función que debe jugar un slogan. El término slogan deriva de una expresión gaélica <sluagh-gairm> que significa “grito de guerra” y equivale a ese grito emotivo que impulsa la batalla. En términos estrictos toda guerra incluye un grito de batalla que grita aquello por lo que se está peleando, tal es el caso de la Revolución Francesa donde el grito de batalla era “Libertad, igualdad y fraternidad” o en la revolución mexicana los caudillos ostentaban como grito de batalla “Tierra y libertad”, esto es, la gente se peleaba por defender la tierra y la libertad.

De manera analógica, en el terreno de lo comercial, un slogan debe ser el equivalente a un grito de batalla, por tanto, a través del slogan una marca debe gritar aquello que defiende, aquello por lo que se está peleando dentro de la industria a la que pertenece y dentro de la batalla comercial que debe enfrentar todos los días. Siguiendo lo dicho podemos entender que la marca de chocolates “M&M” a través del slogan “Se derrite en tu boca, no en tu mano” nos está diciendo que en la batalla comercial de los chocolates, ellos defienden la calidad y el acabado del producto, comparado con su equivalente que son las “Lunetas” que si se derriten en tu mano o en tu bolsa o en todo caso antes de llevarlas a la boca. O bien cuando Telcel nos dice “Todo México es territorio Telcel” no dice que no se trata sólo de aparatos celulares y que lo que defienden o lo que les hace valiosos es la cobertura, eso es lo que defienden, lo que les hace valiosos y lo que gritan en la batalla comercial.

De esta manera, hoy las marcas siguen esa tradición de la retórica clásica y esperan que un slogan sea el recurso habitual con el que pretenden lograr la memorabilidad de sus mensajes y a la vez la persuasión de los consumidores.

Esta idea de que el slogan debe ser una expresión lingüística significativa, económica, exclusiva, brillante, eficiente y perdurable también es buscada en nombres equivalentes al slogan como: Claim, tag line, base line, cierre o end line.

Un factor relevante es tener claridad sobre el posicionamiento que se pretende lograr, pues un slogan puede tener una orientación hacia la marca como “Si es Bayer es bueno” o una orientación hacia el producto por ejemploPinol, aromatiza, limpia y desinfecta"

CRITERIOS MERCADOLÓGICOS PARA EL DISEÑO DE UN SLOGAN

Con la idea de lograr la eficiencia comunicativa, el impacto, la memorabilidad y la persuasión a través de un slogan, los criterios para evaluar el rendimiento de un slogan son los siguientes: Densidad semántica, brevedad, sencillez, eufonía, pronunciabilidad, memorabilidad, originalidad y prevención.

DENSIDAD SEMÁNTICA

Este principio busca que el slogan se construya con un mayor número de palabras con conceptos que enfatizan y aportan significado (palabras plenas) y que la frase completa comunique con fuerza y emotividad lo que la marca significa en términos de su esencia, es decir, aquello con lo que nace una marca y perdura a lo largo del tiempo, la información genética que no cambia y le da coherencia y consistencia a través del tiempo. En otras palabras, que el slogan transmita el carácter único, auténtico e irrepetible de la marca. Para lograr que el significado transmitido equivalga a lo que hace valiosa a la marca, aquello por lo que se pelea en la batalla comercial, una experiencia agradable, positiva y consistente para lograr preferencia.

BREVEDAD

Indica que la eficiencia de un slogan debe medirse en términos de calidad informativa pero también en función del número de palabras porque de ello depende su memorabilidad, por ello, es recomendable que una frase de este tipo no rebase más de 7 palabras, con una media de 4 a 5 palabras, los más comunes en el mercado.

Se trata de eliminar todo lo accesorio, lo que engorda pero no nutre, para suprimir los elementos que aportan menos significado (palabras vacías) y a enfatizar las que más aportan (palabras plenas).

SENCILLEZ

Para efectos de memorabilidad y correcta pronunciación es importante recurrir a palabras simples, sencillas y evitar el uso de tecnicismos que comprometan la frase. La sencillez es relevante porque la función del slogan no es llamara la atención, para eso están los encabezados, los reclamos o las imágenes, su función es cerrar el mensaje resumiendo y gritando lo que se defiende, lo que te hace valioso en el tablero competitivo; su tarea es acompañar a la marca y ayudarla a ser recordada.

EUFONÍA

Esta es una condicionante de carácter emocional, refiere a la estética auditiva de la estructura fónica, que suene bien, que suene agradable, si gusta se pega a la memoria con mayor facilidad. Se logra con recursos como la combinación de vocales y consonantes, la métrica, la asonancia (repetición de vocales) la aliteración (redundancia de consonantes).

PRONUNCIABILIDAD

Un aspecto interesante y una tendencia también es la presencia de idiomas diferentes en el diseño de un slogan, situación que no es negativa si se conoce la intención con claridad. Recurrir a un idioma extranjero ayuda a seleccionar el mercado, pero es preciso que el público pueda pronunciar la frase pues de ello dependerá su memorabilidad y su adopción en la vida cotidiana.

MEMORABILIDAD

Todo slogan nace con la intención de ser adoptado por una sociedad, por ello, este criterio hace retroactivo los criterios anteriores, esto es, si el slogan tiene densidad semántica, es breve sencillo, con estética auditiva y fácil de pronunciar, lo más probable es que logre amplia y fácil memorabilidad.

PREVENCIÓN

Este criterio recomienda pensar en frases que prevean su caducidad en el tiempo, por ejemplo, la marca “Turrón 1880” lleva como slogan “El turrón más caro del mundo” pues es probable que en corto plazo aparezca otra opción de turrón más caro y el slogan habrá caducado. Este criterio busca perdurabilidad, para que el eslogan sea empleado durante muchos años para los productos o servicios de una misma marca.

ORIGINALIDAD

Sugiere diseñar un slogan original y único, porque es la mejor manera de volverlo exclusivo de la marca y abre la posibilidad de registrarlo o protegerlo en sentido jurídico y competitivo.

Un recurso para amarrar la exclusividad del slogan es anclar el nombre de marca a la frase, por ejemplo “En México y el mundo, la cerveza es Corona” o “A Duvalín no lo cambio por nada”

EL FACTOR DE LA ECONOMIA EN UN SLOGAN

Debido a la constante situación de crisis económica que embarga las condiciones de vida en muchos países, muchas marcas han optado por construir frases tipo slogan que comunique aspectos vinculados al precio o a la economía. Incluso aquellas marcas que promocionaban frases tipo slogan centrados en la calidad, la exclusividad o el valor de marca han girado para entregar un slogan con significados de ahorro.  “Todo el mundo puede hablar gratis” Skype o “La campeona de los precios bajos” de Bodega Aurrerá

Jorge Torres

jueves, 21 de enero de 2021

LAS MARCAS FUERTES

 
La fortaleza de una marca desde la perspectiva del consumidor depende de lo que los clientes y consumidores han aprendido, sentido y escuchado de ella, por tanto, es el resultado de las experiencias que han tenido con la marca a lo largo del tiempo. Entonces el poder de una marca depende de lo que existe en la mente del consumidor, de ahí que el gran reto para construir una marca fuerte es garantizar que el consumidor tenga experiencias correctas con los productos, servicios o promociones, de manera que los pensamientos, sentimientos, creencias y opiniones den lugar a percepciones positivas sobre la marca porque esto se traduce en actitudes favorables hacia la marca lo que se traduce en clientes menos sensibles al precio, en consumidores que aceptan nuevos productos o nuevas líneas de producto en la marca, incluso un reducción de esfuerzos publicitarios.

EL CONOCIMIENTO DE LA MARCA

El conocimiento de la marca es fundamental para construir este tipo de fuerza y valor en una marca y para explicar cómo funciona, la psicología entrega un modelo de red de memoria asociativa donde se puede considerar a la memoria, en este caso del consumidor, como una red de nodos interconectados que representan la información y los conceptos que la persona ha almacenado tras sus experiencias con la marca. Este conocimiento se divide en <conciencia de marca> e <imagen de marca>

CONSCIENCIA DE MARCA

La conciencia de marca refiere a que una marca es fuerte cuando ha logrado almacenar información de calidad en la memoria, esto es medible en la capacidad del consumidor para identificar la marca en diferentes condiciones, esto es, sabe bajo qué circunstancias los productos de la marca son ideales, sabe cuáles son sus ventajas, que la pone por encima de la competencia, incluso es capaz de reconocerla y sabe dónde y cómo adquirir sus productos o servicios. Por tanto, en la conciencia de marca se almacena 4 tipos de información: verbal (el naming, el slogan o frases comerciales) visual (logotipos, etiquetas, personajes, publicidad); abstracta (por ejemplo ideas de limpieza, funcionalidad, conveniencia) y contextual (en qué circunstancias es útil el producto o bajo qué tipo de problemas es recomendable su uso incluso para qué tipo de público es la marca)

 IMAGEN DE MARCA

La información almacenada en la memoria es efímera o cambiante hasta que se tiene experiencia directa con ella, porque tras la experiencia, el consumidor podrá validar qué de lo emitido o colocado por la marca en la memoria es auténtico para fijarlo en la memoria y, qué no se puede corroborar para eliminarlo o modificarlo en la memoria. Por tanto, de la experiencia con la marca depende la percepción, la imagen. Lo que imagines de ella depende de experiencias previas. Producto de este proceso se solidifican y conservan en la memoria asociaciones fuertes, favorables y únicas que distinguen a la marca de la competencia y la colocan como una marca fuerte.  

En algunos casos la conciencia de marca es suficiente para lograr preferencia, puesto que muchas decisiones de compra se resuelven desde la “familiaridad” con la marca. Sin embrago, la marca debe convencer al consumidor de sus ventajas diferenciales respecto de la competencia, y deberá haberlas confirmado mediante experiencia directa, lo que equivale a imagen de marca y se traduce en lealtad a la marca. Conciencia de marca genera familiaridad pero la Imagen de marca genera lealtad

La conciencia de marca consiste en Reconocimiento y Recuerdo. El recuerdo resulta fundamental cuando la persona está frente a un problema o una necesidad y puede recordar a la marca y sus productos como la solución ideal y el reconocimiento para detectarlos en el punto de venta. El reconocimiento es fundamental en decisiones de compra frente a la estantería pero el recuerdo en decisiones de compra lejanas al punto de venta, en línea por ejemplo. El recuerdo de valores o ventajas importantes y únicas es medular para la lealtad a la marca y para la propaganda boca a boca, esto es, para que los clientes se vuelvan emisarios o apóstoles de la marca.

4 OBJETIVOS PARA LOGRAR UNA MARCA FUERTE

1 Que los clientes identifiquen tu marca y que la asocien con un tipo de producto y con una necesidad o problemática específica. (qué sepan quién eres)

2 Establece un grupo de significados estratégicos de la marca en la mente de los consumidores y diseña experiencias donde puedan validar y fortalecer esas significaciones. (que sepan qué haces y cómo lo haces)

3 Genera respuestas adecuadas en tus clientes, esto es, genera actitudes favorables hacia tu marca (que sientan algo favorable por ti)

4 Transforma los tres puntos anteriores en compra y en una relación de lealtad entre los clientes y la marca. (que se queden contigo)

Jorge Torres